Escucho el despertador y me levanto, no lo dudo ni un segundo, porque si lo hago no voy a la facultad y hoy tengo que ir a la exposición de Steve Mccurry, en el centro cultural Borges.
Mientras espero el 112 en la estación Lanús el viento golpea mi cara dejándola cada vez más fría. Ya en la clase teórica de Semiótica, pienso si compro o no los apuntes para leer en las dos horas libres que tengo hasta que las chicas terminen de cursar sus respectivas materias, pero recibo un mensaje que dice: “Romy llegue re tarde. ¿Me prestas los apuntes así los copio?” ahí encontré mi compañía para pasar las dos horas libres.
Con un poco de miedo y con otro de nervios espero el subte junto con las chicas, los nervios y el miedo se debe a que no soporto viajar en subte y menos con tanta gente. Un profundo suspiro y el aire que se siente cuando salimos a la ciudad hacen que me pueda relajar y pueda seguir con total calma.
Llegamos al centro cultural creí que iba a haber gente, pero la verdad es que estaba casi vacío y más vacío aun estaba el pabellón III donde se presentaban las fotografías de Steve Mccurry. A simple vista ninguna me llamaba la atención, a decir verdad no estoy acostumbrada a estas cosas, lo único que hacia es ir de un lado al otro mirando las fotografías y anotando todo lo que decían los zócalos que se encontraban a la par de las imágenes. Para mi sorpresa fueron varias las fotografías que me impactaron, ver el TAJ Mahal fotografiado me encanto pero lo particular de la foto era que el edificio se encontraba reflejado en el agua y no era una foto directa al monumento.
Fueron dos fotos que me hicieron pensar, la primera fue la de un trabajador de una mina que estaba fumando, cuando la ví pensé que un cigarrillo no le hace nada a comparación del lugar donde trabaja, sus pulmones deben estar destrozados por culpa del carbón y la segunda fue la que me hizo pensar todo el viaje camino a casa, se trata de la fotografía de un niño llorando que se está apuntando con un arma, en el momento que la vi no se me cruzo pensamiento alguno, lo que si me paso es que se me hiciera un nudo en la garganta.Camino a casa me preguntaba cuales serán las causa de esa arma en la cabeza, será una vida sin futuro, unos padres ausentes, una amenaza o tal ves como su nombre lo dice Latino America,¿será que vivir en ciertos países de latino América dan ganas de hacer lo mismo?
miércoles, 28 de abril de 2010
domingo, 25 de abril de 2010
Tesis sobre un homicidio
(Parte catorce)
Ahí llega, pensé que no iba a venir. Tiene algo de valiente, por lo menos. Por debajo de la camisa se le nota en el brazo la gasa que se puso,o que se habrá hecho poner en cualquier guardia de hospital.Y cómo están las cosas,aunque lo vea presente en está séptima clase no creo que llegue a la octava,y además yo no podría soportar tener que darle un certificado que es como un premio, y este tipo no merece un premio sino ir a la cárcel. Si no hay pruebas, si la larga mano de la justicia no alcanza, debería alcanzar la mano del hombre para fabricarlas.
Ahí llega, pensé que no iba a venir. Tiene algo de valiente, por lo menos. Por debajo de la camisa se le nota en el brazo la gasa que se puso,o que se habrá hecho poner en cualquier guardia de hospital.Y cómo están las cosas,aunque lo vea presente en está séptima clase no creo que llegue a la octava,y además yo no podría soportar tener que darle un certificado que es como un premio, y este tipo no merece un premio sino ir a la cárcel. Si no hay pruebas, si la larga mano de la justicia no alcanza, debería alcanzar la mano del hombre para fabricarlas.
lunes, 19 de abril de 2010
Volverte a ver.
¿Qué sienten dos viejos amigos al reencontrarse? Sentados en un bar de algún lugar de la ciudad de Buenos Aires se encuentran dos viejos amigos que dejaron de verse hace ya varios años, pero que todavía están presentes en la mente de cada uno.
Sin imaginar que se encontraban en el mismo lugar ambos recordaban a su manera como había sido su infancia. Ella sentada en la última mesa del lado de la ventana con sus compañeras de trabajo, El solitario y pensante al lado de la escalera cerca del baño. Recordar como fue aquella infancia juntos les permitió darse cuenta de cuán importantes eran en cada una de sus vidas.
Aun estaban intactos los lindos momentos que habían pasado en esas tardes de mucho calor, allá en la provincia del Chaco, donde jugaban a las escondidas, andaban en bicicleta o se escondían en la casa del árbol cuando alguno de los dos hacia alguna travesura. Ya de grandes seguían compartiendo muchas cosas juntos cines, bailes, teatros pero con un sentimiento distinto que ninguno de los dos se animaba a confesar.
Como era de costumbre todos los domingos iban a misa, pero ese día Antonio llegó más tarde de lo normal, ya que había pasado por una tienda para comprarle un obsequio a Rocío, en el cual estaba resumida en dos palabras lo que él sentía por ella.
Al llegar a la iglesia con esa cara sonriente que lo caracterizaba se dio cuenta que Rocío no había llegado y le pareció muy extraño porque ella siempre era la primera en estar ahí. Antonio comenzó a buscar con la mirada a su amiga, pero no la encontró. Al concluir la misa fue corriendo hasta la casa de Rocío para entregarle el obsequio que había comprado para ella. Cuando llegó a la casa de la joven tocó el timbre varias veces pero nadie salía, hasta que una vecina le dijo que se habían ido a vivir a Lujan en la provincia de Buenos Aires porque el padre de Rocío consiguió un trabajo muy importante y tenia que presentarse urgente, con una mirada suspicaz Antonio se dirigió a la vecina y le dijo que no le creía nada de lo que le estaba diciendo.
El muchacho se dio cuenta que la vida de él y de Rocío tomaron distinto camino cuando su madre le afirmo que Rocío no iba a volver, en ese momento Antonio le juro a su madre que la encontraría para darle lo que le había comprado.
Como siempre lo hacían, Rocío y sus amigas salían del trabajo y se iban a tomar un café, pero con la diferencia que Rocío quería conocer otro lugar entonces, entraron al primer bar que vieron.
Antonio solitario en su mesa y cansado de buscar a Rocío por varios años y por todo buenos aires, se convenció de que nunca la volvería a encontrar y decidió renunciar a ella. Ya tomada la decisión el joven se levantó de la mesa dejó la propina y junto a ella el regalo.
Rocío antes de irse del bar decide ir al baño, pero al mirar la mesa que esta junto a la escalera ve lo lindo que era ese envoltorio que estaba al lado de la propina y sintió el impulso de abrirlo, mismo impulso que hizo que levantara su cabeza y lo vea a él a Antonio, que sin mediar una palabra se miraron a los ojos y se dieron cuenta de quienes eran, pero no solo se dieron cuenta de quienes eran sino que, se dieron cuenta de cuanto amor sentía el uno por el otro.
Rocío abrió el paquete, tenía una cadenita que decía: te amo Antonio.
Sin imaginar que se encontraban en el mismo lugar ambos recordaban a su manera como había sido su infancia. Ella sentada en la última mesa del lado de la ventana con sus compañeras de trabajo, El solitario y pensante al lado de la escalera cerca del baño. Recordar como fue aquella infancia juntos les permitió darse cuenta de cuán importantes eran en cada una de sus vidas.
Aun estaban intactos los lindos momentos que habían pasado en esas tardes de mucho calor, allá en la provincia del Chaco, donde jugaban a las escondidas, andaban en bicicleta o se escondían en la casa del árbol cuando alguno de los dos hacia alguna travesura. Ya de grandes seguían compartiendo muchas cosas juntos cines, bailes, teatros pero con un sentimiento distinto que ninguno de los dos se animaba a confesar.
Como era de costumbre todos los domingos iban a misa, pero ese día Antonio llegó más tarde de lo normal, ya que había pasado por una tienda para comprarle un obsequio a Rocío, en el cual estaba resumida en dos palabras lo que él sentía por ella.
Al llegar a la iglesia con esa cara sonriente que lo caracterizaba se dio cuenta que Rocío no había llegado y le pareció muy extraño porque ella siempre era la primera en estar ahí. Antonio comenzó a buscar con la mirada a su amiga, pero no la encontró. Al concluir la misa fue corriendo hasta la casa de Rocío para entregarle el obsequio que había comprado para ella. Cuando llegó a la casa de la joven tocó el timbre varias veces pero nadie salía, hasta que una vecina le dijo que se habían ido a vivir a Lujan en la provincia de Buenos Aires porque el padre de Rocío consiguió un trabajo muy importante y tenia que presentarse urgente, con una mirada suspicaz Antonio se dirigió a la vecina y le dijo que no le creía nada de lo que le estaba diciendo.
El muchacho se dio cuenta que la vida de él y de Rocío tomaron distinto camino cuando su madre le afirmo que Rocío no iba a volver, en ese momento Antonio le juro a su madre que la encontraría para darle lo que le había comprado.
Como siempre lo hacían, Rocío y sus amigas salían del trabajo y se iban a tomar un café, pero con la diferencia que Rocío quería conocer otro lugar entonces, entraron al primer bar que vieron.
Antonio solitario en su mesa y cansado de buscar a Rocío por varios años y por todo buenos aires, se convenció de que nunca la volvería a encontrar y decidió renunciar a ella. Ya tomada la decisión el joven se levantó de la mesa dejó la propina y junto a ella el regalo.
Rocío antes de irse del bar decide ir al baño, pero al mirar la mesa que esta junto a la escalera ve lo lindo que era ese envoltorio que estaba al lado de la propina y sintió el impulso de abrirlo, mismo impulso que hizo que levantara su cabeza y lo vea a él a Antonio, que sin mediar una palabra se miraron a los ojos y se dieron cuenta de quienes eran, pero no solo se dieron cuenta de quienes eran sino que, se dieron cuenta de cuanto amor sentía el uno por el otro.
Rocío abrió el paquete, tenía una cadenita que decía: te amo Antonio.
jueves, 1 de abril de 2010
Lo que un libro me enseñó
Mi relación con la lectura no era muy buena hasta hace algunos años. Leer para mí era sinónimo de compromiso escolar y nada más.Solo leía los libros que la profesora de lengua y literatura nos decía, hasta que un día tuvimos que leer “Tesis sobre un homicidio” de Diego Paszowski y fue ese el libro que me hizo cambiar de parecer con respecto a la lectura. Me enseño que la lectura no era solo un compromiso escolar sino que podía ser un maravilloso pasatiempo y un gran escape de la realidad.
Recuerdo empezar a leer el libro acostada en mi cama y con pocas ganas, hasta que de un momento a otro y sin darme cuenta me había atrapado de una forma que ningún otro libro lo había hecho, me aislaba de todo y de todos para poder leerlo y mientras lo leía imaginaba como podía continuar.
A partir de ese momento comencé a mirar los libros de otra manera e hizo que vuelva a releer aquellos libros que no me habían importado en su momento, como por ejemplo:”Crónica de una muerte anunciada” de Gabriel García Márquez. Al releerlo me di cuenta que por esa perspectiva negativa que tenia sobre los libros no me permití disfrutarlo, como si lo hice con la relectura. La relectura fue como si lo leyera por primera vez, me encerraba en mi cuarto a leerlo para que nadie pudiera molestarme e imaginaba como serian las caras de los personajes, su forma de vestir, su manera de ser, armaba un mundo paralelo a lo que era el libro.
Hoy, ya pasado el tiempo, me doy cuenta de cuan importante puede llegar a ser la lectura para una persona.
Recuerdo empezar a leer el libro acostada en mi cama y con pocas ganas, hasta que de un momento a otro y sin darme cuenta me había atrapado de una forma que ningún otro libro lo había hecho, me aislaba de todo y de todos para poder leerlo y mientras lo leía imaginaba como podía continuar.
A partir de ese momento comencé a mirar los libros de otra manera e hizo que vuelva a releer aquellos libros que no me habían importado en su momento, como por ejemplo:”Crónica de una muerte anunciada” de Gabriel García Márquez. Al releerlo me di cuenta que por esa perspectiva negativa que tenia sobre los libros no me permití disfrutarlo, como si lo hice con la relectura. La relectura fue como si lo leyera por primera vez, me encerraba en mi cuarto a leerlo para que nadie pudiera molestarme e imaginaba como serian las caras de los personajes, su forma de vestir, su manera de ser, armaba un mundo paralelo a lo que era el libro.
Hoy, ya pasado el tiempo, me doy cuenta de cuan importante puede llegar a ser la lectura para una persona.
Inscripción al Taller de Expresión
Cuando me inscribí a Taller de Expresión pensé que este curso iba a ser un tanto complicado y difícil para mí, ya que siento que carezco de imaginación para crear cuentos, historias o cualquier tipo de narraciones que dependan de esa imaginación. Pero Luego me di cuenta que esta materia será de buena ayuda para que pueda desarrollar esa capacidad que no tengo o que está perdida dentro de mí.
Ingresar al taller también me ayudará a darme cuenta de cuales son los errores gramaticales que tengo y así poder ir mejorando mi nivel de redacción.
En definitiva espero aprender de mis errores, los de mis compañeros y que el paso por este taller haga que podamos crecer un poco como escritores.
Ingresar al taller también me ayudará a darme cuenta de cuales son los errores gramaticales que tengo y así poder ir mejorando mi nivel de redacción.
En definitiva espero aprender de mis errores, los de mis compañeros y que el paso por este taller haga que podamos crecer un poco como escritores.
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